Carta al corazón

Querido corazón

Ayer te vi triste, no podías evitar que las lágrimas brotaran de tus ojos, tus fibras más sensibles estaban rotas, y pensé, está bien sentirse triste a veces, está bien dejar que las lágrimas salgan, porque de alguna manera ellas están drenando el dolor agudo que solo tu pueden sentir. Date permiso de sentir, de llorar, pero no te des permiso de rendirte, porque esas heridas un día van a sanar, y con el tiempo quedarán solamente las marcas como testigos infalibles de que aquello fue una temporada que te permitió aprender las lecciones más valiosas que la vida te ha podido dar y que han forjado la mejor versión de ti mismo.

Nunca permitas que el dolor se convierta en resentimiento y este en odio y deseos de venganza, porque ellos nos son buenos consejeros, te llevarán por el camino de la amargura, de la infelicidad, y al fin te dejaran en la peor de las tragedias, solo, vacío y sin propósito, con el mismo dolor.

Por eso te aconsejo que escojas el perdón, porque aunque sea difícil, es el único camino hacia la paz interior, que te garantiza que el dolor pasará, que cerrará la herida, y al fin tendrás sanidad en tu alma, y serás libre de aquello que un día te tenía atado.

No pierdas la esperanza, porque así como oscurece el día cuando se esconde el sol, también se ilumina cuando este se asoma, te das cuenta que el sol nunca deja de brillar, solo que hay momentos en que no lo puedes ver porque está iluminado el día de alguien en otra parte del mundo, y aprendes que la vida es así, hay días duros, y otros mejores, lo cierto que es que todo pasa y siempre tendrás una nueva oportunidad para levantarte y empezar de nuevo.

Aprende todo lo que puedes y de todos los que puedas, aun de tus mismos fracasos, porque siempre hay una buena lección que aprender de cada circunstancia, y todo puede ayudarnos a ser mejores personas, más humanas, y más solidarias, si tan solo aprendemos a entresacar lo bueno de todo y desechar lo demás.

Sonríe ante la vida, aun con sus matices oscuros la vida es hermosa, puede que por alguna temporada nos toque llorar, aun así, con el rostro mojado, una sonrisa siempre ayuda. Mira a tu alrededor, porque hay muchas cosas buenas también suceden en el mundo que pasan desapercibidas, gente sin brazos que abrazan con el corazón, gente que no pueden ver pero iluminan el mundo de alguien con una sonrisa, muchas manos solidarias que se ofrecen sin esperar nada a cambio, héroes sin capa que viven en el anonimato pero que están cambiando el mundo de una persona.

Nunca dejes de amar, aun cuando te hayan lastimado, porque el amor es la esencia misma de la vida, es lo que da ese brillo a la existencia, lo que te hace suspirar, y provoca todo tipo de sensaciones agradables, aunque a veces por amor también sufrimos, no hay fuerza mayor que la del amor, es lo que le da sentido a la vida, porque esta vida no es vida sin amor.

Se agradecido, porque solo el hecho de estar vivos ya es un milagro, todo lo que tenemos es un regalo, la salud, el poder ver, poder sentir, respirar un perfume agradable, disfrutar del sabor de una rica comida, sentir el calor de un abrazo, todo el ello es un regalo, tenemos tanto y a veces olvidamos dar gracias por esas cosas y nos enfocamos en aquello que no tenemos, y así muchas personas escogen la queja antes que la gratitud, si tan solo pudiéramos cambiar eso, cambiaría nuestra vida, y seríamos más felices.

Querido corazón, confía siempre en Dios, como un padre amoroso y bueno, él siempre está ahí, cuando sientas que estás perdiendo el rumbo de tu vida, levanta tu mirada al cielo y pídele que ilumine tu camino, él está a la distancia de una oración con fe, de seguro que él te ayudará, te sustentará y guiará tus pasos por el buen camino.

Por

M.Of Rodrigo Godínez J

Psicólogo