La soledad no mata.


He aprendido mucho de la soledad, aprendí que la soledad se puede convertir en una condición interior, le sucede a aquellos que están rodeados de personas pero por dentro se sienten solos, también he visto la antítesis, he conocido personas que viven solas, pero no se sienten así, porque descubrieron que la soledad es más que la ausencia de personas.

Tenemos que aprender a vivir bien con nosotros mismos, y durante la soledad, aprovechar esa oportunidad para conocernos mejor, para evaluar nuestra forma de relacionarnos, para revisar los errores que cometimos y para pensar con calma los pasos que vamos a dar de cara al futuro, mucho de lo que vendrá será el resultado de las decisiones que tomamos en momentos así

Muchas personas cometen en el error de buscar compañía muy rápido después de una ruptura amorosa, sin haber dado espacio para sanar las heridas que hayan quedado de aquella relación, es como si le tuvieran miedo a la soledad, como si ella fuera algo malo en sí mismo, cuando más bien la soledad puede ayudarnos a replantearnos la vida.

No se apresure a buscar afecto, aceptación y cariño en los brazos de alguien, encuentre estas cosas en usted mismo, ámese, acéptese, valórese, recuerde que usted ha sido creado a la imagen y semejanza de Dios, busque eso también en Dios, cuando lo encuentre, podrá entender que su felicidad no depende de alguien externo, y cuando llegue el momento, encontrará a esa persona con la cual podrá compartir su vida y será mucho más enriquecedor para ambos.

MSc. Rodrigo Godínez J.

Psicólogo