SER HOMBRE

El concepto de “ser hombre” ha estado rodeado de muchos mitos que han desvirtuado la esencia misma de su verdadero significado, poniendo sobre los hombros de los hombres encargos sociales muy pesados que por muchísimos años hemos llevado a cuestas.

Ser hombre es mucho más que tener pene y testículos, no es tener la fuerza para darle una golpiza a otro al resolver los problemas, no es ser valiente para tomar más licor que los demás, no es ser capaz de tener sexo con cuánta mujer se ponga en el camino, no es tener a la mujer sumisa en casa a punta de amenazas y chantajes, nada de lo anterior describe la verdadera hombría, más bien todo lo contrario, describe a los débiles, a los de baja autoestima, a los inseguros de sí mismos.

Ser hombre es tener el carácter suficiente para responsabilizarse de sus actos y afrontar con humildad las consecuencias, es tener la fuerza para mantener la ecuanimidad en momentos de tensión, ser hombre es ser proveedor para su familia, pero no solo de dinero, sino también de seguridad, de afecto y de un modelo digno de imitar.

Ser hombre es saber amar a una sola mujer y respetar el pacto que un día hizo en el altar, ser hombre es ser responsable, trabajador, honesto, respetuoso con los demás, es saber reconocer sus limitaciones, es tener la capacidad de reconocer sus errores, es tener la fuerza para pedir perdón cuando se equivoca, y la capacidad de perdonar las ofensas.

Ser hombre es tener la fuerza para sostener la palabra, es la firmeza de convicciones y la determinación de ir siempre adelante para lograr sus metas.

Ser hombre también es darse permiso de llorar cuando siente dolor en el corazón, de sentir miedo cuando está al frente de alguna situación amenazante, de mostrarse vulnerable, de decir “necesito ayuda” “no puedo”, ser hombre también es ser tierno y cariñoso.

Para todos los que se consideran muy hombres, y para los que estamos luchando por ser hombres de verdad.


MO.f Rodrigo Godínez

Psicólogo